Autor: STEVEN ERIKSON
Título: LOS JARDINES DE LA LUNA
Editorial: NOVA
Páginas: 774
Traductor: Miguel Antón Rodríguez, rev. Alexander Páez
ÉPICO. Esa es la palabra que te
viene a la cabeza cuando acabas Los
Jardines de la luna. Como bien ha explicado El caballero del arbol sonriente en varios post de
su blog, Malaz no es una lectura fácil. No es para un lector comodón que disfrute
empezando de cero y conociendo todos los antecedentes de la historia que tiene
delante. Malaz es uno de esos obligatorios. Solo te da en la misma cantidad que
te exige, y si aguantas el maratón, acabas cansado, sudoroso, sin aliento, pero
con una sonrisa en la cara. Personalmente, esa es la sensación que busco en un
libro.
La historia que hay detrás de Los Jardines de la luna es abrumadora.
La trama se soporta de fondo con un imperio gobernado con mano de hierro tras
un golpe de estado llevado a cabo por la antigua líder de la Garra —el grupo de
espías del imperio— y poseedora de una ambición sin límites solo igualada por
la fiereza en su lucha contra sus enemigos. Tenemos fuerzas colosales en liza,
aquí el apelativo de Mago Supremo tiene todo el sentido de la palabra —hablamos
de someter demonios y batallar con dioses—, e intenciones ocultas que van más
allá de lo que puede parecer al principio. Las líneas lógicas aquí solo sirven
para confundirte, Steven Erikson es un experto en manejar las expectativas que
crea y guiar al lector por caminos que luego se quedan en nada, lo importante
está oculto y hay que trabajar para encontrarlo.
Vemos una mínima muestra del
enorme mundo de Malaz pero es suficiente para saber que es uno de los más complejos
que hay en fantasía. Las razas, las relaciones, la política, todo se hace a un
nivel gigantesco.
Entrando en personajes no podemos
centrarnos en uno solo. La acción salta de uno a otro de forma natural y aunque
el tapiz de subtramas confunde de forma deliberada, las voces narrativas están
muy diferenciadas.
Si debo destacar a algún personaje
me quedo con Kreppe, aunque Baruk me ha gustado mucho. Kreppe es una muestra
representativa de lo que es Los Jardines de la luna, parece sencillo, común,
pero hay una inmensidad detrás. El panel de personajes es amplio y es difícil
hacer un ranking pero después de Kruppe, las miradas se van a Anomander Rake,
brutal en la portada, que se lleva los momentos más épicos de la novela aunque
Rallick y Azafrán dan juego en sus roles mundanos comparados con los demás. Los
Abrasapuentes, con Whiskeyjack a la cabeza, ocupan muchos de los mejores momentos
de la obra mientras que la Consejera Lorn y el sargento Paran se llevan el
premio de personajes cansinos.
La magia en Malaz está a la
altura de todo lo demás. Es a lo grande, brutal, involucra a dioses, realidades
y criaturas sobrehumanas. Steve Erikson divide su sistema e magia en sendas,
cada una de ellas palpable casi de forma física y habitada por criaturas ajenas
a nuestro mundo. Cada mago controla una senda o más, en ciertos casos, y se
organizan en jerarquías de poder demasiado enrevesadas como para conocerlas en
un solo volumen. Eso sí, lo que nos deja intuir los Jardines de la luna promete
y mucho.
-Todas y cada una de las decisiones que tomes pueden cambiar el mundo. La mejor vida es aquela que escapa a la atención de los dioses. Querrás vivir con libiertad, muchacho, en paz.
-Quiero ser un héroe.
-Ya crecerás.
La única pega que le puedo poner
a la prosa de Erikson es su abuso de los adjetivos antecedidos. Queda arcaico y
absurdo pero se le perdona por ser la moda en aquellos tiempos.
Respecto a la trama, solo puedo
decir que es sencillamente brutal. Enrevesada, con mucho más en la sombra que a
plena vista y una complejidad que promete esquivar las respuestas hasta dentro
de varios libros. Quizá la parte final, con la trama del Tirano Jaghut, huela
un poco a deux ex machina pero es una
mancha pequeña en una obra de diez.
Soy Anomander Rake y no puedo molar más |
Imprescindible, épica,
generacional. Malaz resucita de las cenizas de Factoría de las ideas de la mano
de Nova, la mejor editorial de fantasía de este país. Una edición a la altura y
una traducción que no desmerece la obra, sino todo lo contrario. Alexander Páez
hace una revisión de la traducción de Miguel Antón Rodríguez, logrando que sea de esas que te hacen olvidarte de que el texto ha sido
trabajado.
Entrad sin miedo a Malaz, vigilad
a los mastines y cuidado con lo que acecha en las sombras. Los dioses, antiguos
y nuevos, observan.
Solo puedo decir una cosa: si has disfrutado tanto con el primero, lo que tienes por delante es todavía mejor. Mucho, mucho mejor. Es una maravilla la forma en la que Erikson desarrolla y construye su saga, se queda clavada en el corazón del lector para siempre.
ResponderEliminar¡Gran reseña y disfruta del viaje!
Excelente reseña. Malaz es la mejor saga de fantasía épica que leí en mi vida, es verdaderamente espectacular y, como comenta Daniel más arriba, se pone cada vez mejor con cada libro.
ResponderEliminar¡Que disfrutes la saga! Tienes un gran viaje por delante :)
Lo bueno de Malaz es que con cada libro va a más, siempre que consigas conectar con el estilo de Erikson es una de las sagas con las que más se puede disfrutar.
ResponderEliminarYo tengo ganas, y miedo a la vez. Tengo claro que me va a gustar por lo que comentais todos. Lo que pasa es que me gusta leer de seguido, o tener colchoncillo en las sagas. Por ello tengo el primero pero me espero a que publiquen el segundo para leerlo. Manias raras, lo sé, soy así con estos tochillos de fantasía. Me pasa igual con Sanderson, no te vayas a creer. Un abrazo^^
ResponderEliminarPues si Jardines de la Luna te ha dejado esa impresión (la mía no fue tan buena inicialmente), vas a alucinar literalmente cuando leas los siguientes libros de la saga.
ResponderEliminarFelicidades!