lunes, 15 de mayo de 2017

RESEÑA - DIOSES MENORES, T. Pratchett




Título: DIOSES MENORES
Autor: TERRY PRATCHETT
Páginas: 352 



 
¿Se puede decir que Dioses Menores es el mejor libro de sir Terry Pratchett? Sí, se puede, y eso que dije lo mismo de Mort pero es que Dioses Menores es superior en todos los sentidos. Quedan muchos libros del Mundodisco por leer pero hasta ahora, no hay ninguno mejor.

Si algo caracteriza a sir Terry Pratchett, más allá de su humor obviamente, es su habilidad de incluir temas clave de la condición humana en situaciones que en apariencia no tienen nada que ver. Lo ha hecho con la ecología, el progreso, la muerte o la necesidad de tener un objetivo, pero en Dioses Menores, como os podéis imaginar, todo gira en torno a la religión y el pensamiento. Porque Pratchett hace un jugada magistral aunque arriesgada, no se centra exclusivamente en la religión sino que la trata de forma conjunta con la filosofía y el desarrollo de pensamiento. Primero lo hace en oposición, luego emplea la segunda como vehículo de la primera y por último, expresa ese concepto que al ser humano tanto le cuesta entender de seguir una fe sin perder tu propia capacidad de pensamiento y actuar de forma correcta por ti, no por temor a un castigo divino. Religión unida a filosofía, esto es Dioses Menores, uno de esos libros clave que hicieron a sir Terry Pratchett digno merecedor del apelativo de El Maestro.

Dioses Menores nos lleva hasta la ciudad de Omnia, cuna y sede de la religión del Gran Dios Om, cuyo poder ha esclavizado a todas y cada una de las ciudades de los alrededores. Solo unas pocas resisten y la más importante de todas es la ciudad de Ephebe, justo al otro lado del desierto, cuna del pensamiento crítico y la incipiente filosofía.

Ojo, si conoces un poco a Pratchett sabrás que no se casa con nadie, y aquí lo demuestra una vez más. Se mete muy mucho con la religión, y más todavía con el fanatismo, pero no deja de lado a la filosofía. No por criticar una, alaba a la otra. Se ríe de ambas, de sus conceptos y de la ineptitud de centrarse solo en eso.

Nuestro amigo Brutha, escogido de dios.
 
El gran protagonista es Brutha, hasta ahora uno de mis personajes favoritos del Mundodisco y probablemente el que más evoluciona en un solo libro. Brutha es un don nadie en la jerarquía de la iglesia de Om. Se dedica a cuidar un jardín, amontonar estiércol y poco más. Habla lo mínimo, piensa menos aún y no tiene un solo amigo. Además es inútil hasta la saciedad, pero eso sí, tiene un don, su memoria. Tiene la capacidad de recordar todo lo que le ha pasado en su vida aunque es incapaz de sacarle partido, tanto que es incluso analfabeto. Dado que reúne las condiciones ideales de un ciego seguidor de la fe, cuando Vorbis, el jefe de la Exquisición —no confundir con la deprimente Inquisición, por supuesto— se entera de su habilidad, se encargará de aprovecharla al máximo para sus propios intereses.

El contraste entre Vorbis y Brutha es grandioso y protagoniza gran parte de los mejores momentos de la novela. El uno, fuerte, autoritario, con una cabeza hermética, de la que no entra ni sale nada, en contraste con Brutha, permeable al extremo y sin noción de lo que significa pensar por sí mismo. Cuando estos dos llegan a Ephebe y se encuentran con el filósofo ciego Didactylos, la conjunción de Pratchett toma forma y las sátiras se suceden una tras otra. Esta vez no hay carcajadas sonoras de fondo, esta vez Pratchett consigue que una sonrisa permanente, casi traviesa, te acompañe en cada página. Es otro tipo de humor, lo prefiero, pero es cosa de gustos. El conjunto eso sí, es delicioso.

-Disculpe, ¿podríamos de dios a dios un segundo?


A toda esta conjunción hay que sumarle la genialidad del Maestro, la pieza más importante, el núcleo de la historia. Dios. Aquí hay varios, y de muchos tamaños, pero el principal es el Gran Dios Om. El problema de Om es que se ha visto convertido en una tortuga tuerta, ha perdido sus poderes y solo puede comunicarse con Brutha. Curioso, el chico más tonto, incapaz de razonar, es el único que puede comunicarse con Om. Pratchett en estado puro.

Es impagable el uso de Pratchett de las religiones de nuestro mundo aplicadas al Mundodisco. Las reflexiones sobre la religión en boca de un dios, los debates teológicos cargados de pullas entre los filósofos y los fanáticos, y la impresionante evolución de Brutha, tan bien llevada como la maldad de Vorbis. 

Sir Terry Pratchett lo consigue de nuevo y ya van unas cuantas. Si tienes que leer un solo libro de Pratchett, lee Dioses Menores


1 comentario:

  1. Siempre he escuchado que es uno de esos libros de Mundodisco de los que puedes usar para entrar en el fantástico universo de Pratchett. Mi plan es ponerme este verano en la playita a tope con Pratchett. Un abrazo^^

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