La Sangre de los Elfos es el tercer volumen de la Saga de Geralt de
Rivia – podéis ver el reto que tengo con esta saga aquí -, y está considerada
el inicio de la saga propiamente dicha, pues los dos primeros volúmenes están formados
por relatos cortos.
Sapkowski nos lleva una vez más
al mundo de su brujo Geralt, que ya puedo decir – si es que antes no podía –
que es uno de los mejores personajes que he tenido el gusto de leer. Bajo el
pretexto de una fallida invasión por parte del gran imperio Nilfgardiano,
Sapkowski derrama por el tablero de su mundo un elenco de personajes cuyas
tramas empiezan o acaban irremediablemente en Geralt. Pese a este punto de vista
tan centrado, se agradece que no sea la voz de Geralt la que oigamos siempre,
pues se introducen muchos personajes, desde el jefe de espías de uno de los
muchos reinos que conoceremos, pasando por varios reyes hasta llegar al
mismísimo emperador de Nilfgard; todo eso sin olvidarnos de nuestros
secundarios de lujo ya conocidos: la Hechicera Yennefer, el tremendamente
pesado poeta Jaskier y la pequeña Ciri, que será el ojo del huracán de la
tormenta que amenaza el mundo de Geralt.
De una forma que los relatos
cortos no permiten, estos puntos de vista reunidos en torno a un nexo común y
con la amenaza de fondo de otra invasión, aumentan nuestro conocimiento del
mundo y de la psicología de los que en él habitan. Sapkowski es un genio de
mostrar sin enseñar y maneja perfectamente los tiempos de la novela para que
todo quede bien situado con vistas a las próximas secuelas.
La Sangre de los Elfos es un libro distinto a sus dos predecesores,
pero la columna vertebral de la escritura de Sapkowski no desaparece en ningún
momento. Ya dije en la reseña de ElÚltimo Deseo que pese a que vemos
un mundo lleno de monstruos y criaturas no humanas, la pluma de Sapkowski nos
trasmite la idea de que el verdadero monstruo, el peligro real, habita en el
hombre. En esta obra lo vuelve a hacer, casi con más violencia incluso. Hay una parte de la novela en la que
conocemos a las Ardillas, el sobrenombre que los humanos le dan a un grupo de
elfos, enanos y otras criaturas, que se han organizado en guerrillas para
sacudir los caminos y mercancías de los humanos, creando una espiral de odio
muy enraizado. Pero Sapkowski no se queda ahí, no lo deja en el conflicto
directo, de hecho apenas hay conflicto directo, si no que incide con vehemencia
en la psicología de ese comportamiento. Introduce enanos que se ven obligados a
luchar contra otros enanos, cada uno creyendo firmemente que el otro traiciona
el camino de la coexistencia de razas y generando un interesante debate sobre
lo correcto en situaciones así
El odio impuesto por terceros y
el racismo vuelven a ser una constante en la obra, que además muestra de nuevo
los coletazos de un pensamiento ecologista con la aparición de diversos personajes
que critican el trabajo de Geralt por alterar el equilibrio de la naturaleza -
¿os suena? -, así como el comportamiento y la falta de información del pueblo
llano.
Ya hemos dicho que Sapkowski
abandona el relato por primera vez para adentrarse en la novela, sin embargo se
nota que es su primer acercamiento en la forma de dividirla. Opta por capítulos
largos, con contenidos muy variados y situaciones temporales entre las que
pasan meses muchas veces y que siempre encontramos in media res. Es lógico pensar que pese a que es una novela,
Sapkowski ha realizado una transición suave, creando pequeños relatos en cada
capítulo que le permiten sentirse más cómodo. Con los diálogos pasa algo
parecido; Sapkowski se resguarda en lo que mejor conoce y casi llega a rozar el
abuso de largos diálogos plagados de pullas hirientes y dobles sentidos, con
una total ausencia de verbos marcadores.
Sin embargo, una vez más,
Sapkowski da con la tecla y lleva a su gran personaje, el brujo Geralt de
Rivia, a protagonizar un libro que hará las delicias de los lectores de este
tipo de historias. Espero no tardar mucho en devorar el cuarto volumen y ver
por fin qué ocurre con Ciri, la heredera de Cintra, cuya evolución bajo el
manto protector de Geralt dará mucho que hablar.
Señores, ¡Geralt ha vuelto!
Hola :) Tengo ganas de llegar al tercero para probar como es en novela, aunque ya me habían dicho que las dos primeras eran un poco toscas y pecaba de ser un gran escritor de relatos. Aún así, con esos personajes y ese mundo a mi siempre va a conseguir atraparme. Un abrazo^^
ResponderEliminarSe le nota mucho que maneja mejor el relato la verdad pero lo esconde bien con capítulos largos y distanciados entre sí.
EliminarA ver cómo va continuando la saga ;)
Un saludo^^