“Bienvenidos al siglo XXII, Anderson Lake es el hombre de
confianza de AgriGen en Tailandia, un reino cerrado a los extranjeros para
proteger sus preciadas reservas ecológicas. Su empleo como director de una
fábrica es en realidad una tapadera. Anderson peina los puestos callejeros de
Bangkok en busca del botín más preciado para sus amos: los alimentos que la
humanidad creía extinguidos. Entonces encuentra a Emiko, una «chica mecánica»,
el último eslabón de la ingeniería genética. Acusados por unos de carecer de
alma, por otros de ser demonios encarnados, los neoseres son esclavos, soldados
o, en el caso de Emiko, juguetes sexuales para satisfacer a los ricos en un
futuro inquietantemente cercano donde las personas nuevamente han de recordar
qué las hace humanas.”
Paolo Bacigalupi revolucionó la
ciencia ficción en 2015 con esta novela que le valió para llevarse entre otros,
el Nébula y el Hugo, y después de acabarla no puedo estar más de acuerdo con
estos premios a pesar de que no es ni mucho menos perfecta.
La Chica Mecánica es una novela de fases y que podemos dividir en dos
mitades. La primera se centra de manera casi única en el wordbuilding y en ella
Bacigalupi apenas se esfuerza en crear tensión dramática, pone los ingredientes
justos para que te pique la curiosidad y continúes leyendo pero no consigue
atraparte con los hechos que relata. Es en este punto de la primera mitad
cuando llegamos a las fases. Llevaba poco más de cien páginas y no paraba de
decirme a mí mismo, “venga, sigue un poco más, ahora empezará lo bueno”, eso de
por sí, tiraría las aspiraciones de muchos libros pero Paolo Bacigalupi se la
juega y le sale bien. No pretende engancharte en esa fase de la lectura, solo
inquietarte para que sigas hasta la fase dos y una vez que llegas ahí ya no
podrás salir; esta fase consiste pura y casi exclusivamente en mostrarte el
mundo que ha conseguido crear.
La Chica Mecánica
no es ciencia ficción palomitera, no hay pistolas láser ni grandes avances
a la vista, es densa, dura y sobre todo, verosímil hasta el punto de que te
metes en el mundo como pocos autores consiguen. Es en esta fase cuando te das
cuenta de la merecida fama que ha obtenido. La Tailandia futurista que Paolo
Bacigalupi nos describe está plagada de referencias a su cultura actual – sin
duda fruto de una investigación de primera mano – mezclada con un contexto
decrépito y triste que le da el mundo en recesión en el que nos situamos. Los
callejones y arrabales thais se
pueden casi saborear, las menciones a flujos migratorios, a los excesos de
nuestra época actual, el futurible avance en la investigación genética y la imparable
codicia del ser humano desde las grandes corporaciones hasta los policías más
humildes que se ganan un sobresueldo en sobornos, todo es palpable y encaja tan
bien que dudarás de que no sea algo real. Aquí no tenemos grandes batallas ni
conspiraciones, la moneda de cambio es la información y las calorías son el bien más preciado, las cartas están siempre levantadas y sabemos quién lucha
contra quién, pero como en el mundo real, incluso a plena vista, cuesta
diferenciar qué lado es el correcto y dónde encaja cada uno en ese mundo. Paolo
Bacigalupi maneja con maestría las leyes del worldbuilding hasta el punto de
que la ciudad se convierte en otro personaje de la novela, si acaso el más
importante.
Cuando acabas esta fase de enamoramiento
con el entorno, llegas a la segunda mitad de la novela y pasas a darte cuenta
de que de forma inconsciente ya has asimilado los personajes y sufres por
ellos. Incluso aquellos enfrentados entre sí consiguen generarte cierta
empatía, lo que unido al mundo, consigue por fin que entres en la fase de pasapáginas.
El libro deja de lado las densas partes sin acción y empieza a tirar una detrás
de otra las fichas de dominó que desencadenan el conflicto final.
Los personajes están bien
escogidos, dando voz a cada parte de la novela, desde los corruptos Camisas
Blancas hasta los desgraciados Tarjetas Amarillas, que se debaten entre asomar
la cabeza y tratar de prosperar o agacharla y sobrevivir. Vemos también a la
principal voz del libro en sus inicios, Anderson Lake, un farang – extranjero – que trabaja para una corporación en busca
del ansiado banco de semillas tailandés. Por último tenemos al personaje que
nombra la novela, Emiko, la chica mecánica, y sinceramente, la figura más
desaprovechada del libro. Un neoser creado para servir que se acaba rebelando
de forma un tanto absurda y que para mí, hubiese funcionado mucho mejor si
hubiera tenido más voz aparte de sus largos párrafos reflexivos; es cierto que su evolución está muy lograda pero
no dejo de pensar que podía haber dado más de sí. Mención aparte merecen los
gatos chesire, probablemente los bichos más chulos de todo lo que he leído en
el último año.
Con todo y pese a que a Paolo
Bacigalupi le sale muy bien la jugada de movernos por las distintas fases de la
novela, esas primeras páginas tan densas en las que a veces la narración naufragaba
por la farragosa falta de rumbo, hacen que pierda varios puntos. La narración
en presente personalmente me cansa mucho y me costó conseguir centrarme al
principio, pero la riqueza del mundo y el reto que supone para el lector ante
la avalancha de información mostrada y no contada - ¡Por fin! – consiguen
compensarlo.
Por último, ensalzar la enorme
traducción de Manuel de los Reyes en una novela que por la amplia presencia de
neologismos, referencias a terceras lenguas, enfermedades reales y ficticias y
demás términos complejos, ha debido de ser todo un reto. Una vez más, bravo.
En resumen, La Chica Mecánica es un reto para el lector y una aventura para
aquellos que perseveran. Paolo Bacigalupi consigue una novela redonda tan
verosímil y rica en matices que con pegas incluidas, es imposible no
recomendar.
Hola :) Le tengo muchas ganas. No sé si lo leeré antes o después del Celsius, pero este va a caer en la cesta de la compra sin duda. Que represente una ciencia ficción densa, dura y sobre todo, verosímil me atrae mucho. Y si, puede que tenga un inicio lenta, pero si luego consigue hacerte sentir junto con los personajes, merece realmente la pena. Un abrazo^^
ResponderEliminarTe gustará, estoy convencido ;) El mundo es espectacular y si te centras en disfrutar de él en los inicios no se te hará tan lento el inicio. El resto está muy bien hilado ^^
EliminarUn abrazo
nos leemos ^^
Hola! Muy buena entrada :) Soy Max de eldiariosecretodemax.blogspot.mx y te sigo desde la iniciativa "Tu me comentas, yo te comento". Me daría mucho gusto que te pases por mi blog :)
ResponderEliminarSaludos, Max.
Venga, la compro, ale XD No sé cuándo la leeré, pero en el kindle está bien guardadita. Gracias por la reseña ^^ ¡Saludos!
ResponderEliminarUy qué responsabilidad como no te guste jajaja Ya me contarás qué tal ^^
EliminarUn saludo!
Siempre es preciso que aprendamos muchas cosas que más nos gusten como https://www.migustazo.com/
ResponderEliminarel cual nos ayudará con muchos temas sobre sexo.