Autor: IAN MCDONALD
Título: LUNA: LUNA NUEVA
Editorial: NOVA
Páginas: 421
Traducción: José Heisenberg
“La gélida
acritud del vacío. La letal lluvia radiactiva. El polvo que la recubre, tan
viejo como la Tierra. La creciente debilidad de los huesos… O puedes quedarte
sin dinero para agua. O para aire. O puedes caer en desgracia con uno de los
Cinco Dragones, las corporaciones que dirigen la Luna y controlan sus amplios
recursos. Pero te quedas, porque la Luna puede hacerte más rico de lo que eres
capaz de imaginar…, mientras sigas con vida.
Adriana
Corta tiene ochenta años. Su familia dirige Corta Hélio. Han sobrevivido a las
implacables guerras corporativas y a la peligrosa paz subsiguiente. Pero ahora
esa paz se resquebraja. Es probable que Adriana tenga que morir, aunque no la
matarán sus rivales ni la Luna. Sea cual sea su destino, sin embargo, Corta
Hélio no morirá.”
Luna es una gran novela, no voy a
andarme por las ramas, pero tampoco es el novelón que nos habían vendido y ni
mucho menos es Juego de Tronos en la luna.
Lo primero es lo que más llama la
atención del libro y sin dudas su punto fuerte, el wordbuilding. La
ambientación lunar de McDonald es tan realista que parece que puedas tocarla,
sientes el polvo lunar, la presión de la superficie y la congoja de saberte
continuamente a un fallo de morir. Es esa sensación tan vívida lo que soporta
la novela en gran parte de la narración, porque desde mi punto de vista,
McDonald comete un error que echa por tierra la novela: el planteamiento plano.
Sí, sé que si habéis leído la
novela os llevaréis las manos a la cabeza pero me explico. La trama está bien,
es interesante aunque podía intrigar y enganchar mucho más, el problema es que
no está a la altura de la ambientación. Si ponemos las dos en una balanza, la
trama pierde por goleada. Es vulgar a ratos y en ciertas ocasiones, casi
inexistente porque se pierde en detalles que no nos interesan, como por ejemplo
las andanzas de Lucasinho descubriendo la rebeldía. En un mundo en el que
conocemos hasta los nombres de los equipos de balonmano, la trama no puede
permitirse flaquear durante tanto tiempo y menos en un novela a la que no le sobran páginas para explayarse. Y
precisamente ese ha sido mi problema con la novela, por primera vez creo que le
faltan páginas a un libro, por lo menos 200.
McDonald crea buenos personajes,
en ocasiones alejados de lo que nos quiere vender al principio, como ocurre con
Adriana Corta, cabeza de familia de Corta
Helio, que se nos vende como alguien tan fría y decidida como Cersei
pero es mucho más humana, compasiva y generosa de lo que a veces es lógico,
pero en general son buenos personajes. Creo que la evolución psicológica que ha
querido mostrar se queda corta – de nuevo por la brevedad – pero es buena, el
problema es que durante esa evolución, la novela no acompaña. Lo adelanto ya,
la trama va sobre un asesinato y el desenlace del culpable no es ni mucho menos
sorprendente, pero los personajes actúan a ratos como si estuvieran en un
frenesí investigador para dos páginas después dar la sensación de que ni se acuerdan
del problema. Con 200 páginas más de desarrollo de la investigación, sumado al
ya desarrollo de personajes, creo que hubiese salido una novela mucho más
redonda.
Otra cosa que no me ha gustado ha
sido la elección de voces narrativas, ojo, que no digo personajes. Los
personajes me gustan en su mayoría, pero creo que no todos merecían voz en los
capítulos y sobre todo, he echado mucho de menos un personaje de los bajos
fondos. Desde el principio se nos repite que la luna puede matarte de mil
formas, que las respiraciones cuestan, que los contratos escasean y los pobres
pasan mil infiernos para sobrevivir a cada día. Nos iniciamos en este mundo con
un capítulo soberbio de Marina, que vive todo lo lejos de la riqueza de lo que
se pueda uno imaginar, bien, es perfecto, el problema es que eso dura un solo
capítulo. Luego Marina asciende de escalafón – de manera más que sorprendente
en un mundo en el que en teoría todo se mira con lupa por miedo a una
conspiración – y el reflejo de la baja sociedad se pierde por completo. La luna
deja de parecer mortífera por sí misma cuando el dinero lo copa todo en todos
los personajes y el contador de oxígeno apenas aparece de forma testimonial. Un
personaje pobre, que tuviera que luchar por cada respiración y se colase en el
entramado de los grandes familias sin salirse del suyo hubiese sido muy bienvenido
para añadir esa angustia del mundo lunar de McDonald. Esto sumado a voces
narrativas como la de Lucasinho, que supongo para situarlo en próximas novelas,
McDonald se empeña en dotar de un protagonismo que no tiene mientras que a
Lobinho, con un papel mucho más original e interesante, se le degrada a casi
una voz residual.
No puedo dejar de mencionar el
soberbio planteamiento del sexo que hace el autor, de los mejores de los
últimos años sin duda alguna. Incluyendo todo tipo de concepciones sexuales y géneros neutros y sin género. Él mismo dijo que había escrito la mejor escena
de masturbación femenina de la historia y, sin ser un experto en la materia,
puedo decir que no se queda corto. Resulta chocante ese tratamiento liberador
del sexo en la luna si nos situamos en el relativamente corto espacio de tiempo
que lleva el satélite habitado en la novela, sin duda no lo bastante para
perder las influencias morales pero se lo perdonamos porque lo merece y sobre
todo porque se agradece.
Por último decir que el final me
ha gustado, de hecho, las últimas 70 páginas tienen todo lo que narrativamente
pide la novela a gritos, pero de nuevo, la escasez de páginas hace que parezca
algo precipitado.
McDonald ha asegurado que lo
convertirá en trilogía, lo que espero que ayude a desarrollar mejor los personajes
y solucionar ciertos cabos sueltos que los personajes parecen obviar al final
sin mucho sentido.
Una novela que, si bien
recomiendo, no está a la altura de complejidad, salvajismo y momentos
despiadados de Canción de Hielo y Fuego pero que hará las delicias de los
aficionados de la ciencia ficción y las intrigas entre grandes familias.
Hola :) Bueno ya me habías dicho que no coincidíamos, y así era, aunque pensé que era peor, es en parte entendible. A mi la trama me engancho, es que esos líos y traiciones que se iban cocinando me encantaron, y las últimas 100 hojas es imparable, menudo final y ganazas de la segunda parte. Si, la ambientación es lo mejor, aunque a mi los personajes me gustaron quizás un pelín más, sobre todo algunos como Adriana Corta o Lucasinho, sus tramas me tenían pillado. Un abrazo^^
ResponderEliminarsí, si la trama engancha pero me parece demasiado insuficiente para el material que tenía..no sé, algo más de intriga o lucha de familais que meras amenazas.
EliminarLucasinho a mí no me gustó nada, Lobinho mucho más y la hija abogada la que más.
Nos leemos ^^
Una abrazo