Título: FUEGO
Autor: JOE HILL
Editorial: NOCTURNA
Páginas: 900
Traducción: Pilar Ramírez Tello
Fuego
fue la última novela que leí en 2017 y debo decir que me dejo un mal sabor de
boca para acabar el año. La trama no era lo que esperaba, ni mucho menos, y
sobre todo, se me hizo lenta y pesada, algo que no soporto en un libro,
prefiero con mucho quedarme con la sensación de que habría podido dar más de sí
que pensar que me están metiendo páginas y páginas sin ton ni son. Y eso resume
lo que ha sido Fuego, una historia
que funcionaría bien en 200 o 300 páginas pero que se alarga hasta pasadas las
800.
Nadie sabe dónde y cuándo se originó, pero una plaga se ha extendido por todas partes. Los médicos la llaman «Trichophyton draco incendia»; los demás, escama de dragón, una espora que marca la piel de los contagiados con manchas negras y doradas antes de hacerles estallar en llamas. Y no hay antídoto.La enfermera Harper Grayson está embarazada y ha visto a centenares de pacientes arder... o los veía antes de que el hospital se incendiara. Ahora sólo puede fijarse en las marcas que han empezado a recorrerle la piel. Mientras todo a su alrededor se ve envuelto en el caos por la enfermedad y los grupos que pretenden exterminar a los contagiados, Harper coincide con un misterioso desconocido que deambula entre los escombros con indumentaria de bombero y las marcas de la espora. Sin embargo, no arde. Es como si hubiera aprendido a usar el fuego a modo de escudo para las víctimas... y de arma contra los verdugos.
La "escama de dragón" o la enfermedad más bonita del mundo |
No se puede decir que el
argumento no sea atractivo, sobre todo por la protagonista. La idea de una voz
narrativa de una mujer embarazada se sale de lo común y tenía muchas ganas de
ver cómo lo encajaba en la novela. Bien, esa es la parte que posiblemente más
me ha gustado. La forma de pensar de Harper evoluciona con su embarazo y se
muestra muy bien las dificultades que tiene y los malos tragos que tiene que
pasar, aunque sigo pensando que algunas cosas serían más que difíciles para que
una embarazada de ocho meses pudiera lograr. La otra parte positiva es el
desencadenante de la novela, la escama de dragón, la enfermedad que está
asolando el país. La forma en que la vamos descubriendo, el trato, alejado de
todo misticismo que Joe Hill se empeña en darle, su aspecto y características,
todo está trabajado al dedillo y se nota que el autor se ha empeñado en
conseguir que fuese lo más parecido posible a una enfermedad real, con sus componentes
biológicos incluidos, no en vano, lo reconoce en los agradecimientos él mismo.
Uniendo estos dos grandes
puntos fuertes es lógico pensar porqué el primer tercio de novela es el que más
me ha gustado. El embarazo y el descubrimiento de la enfermedad, todo ocurre en
esta parte, junto con los cambios en la vida de Harper, el encuentro con los
personajes y la presentación del Bombero. Si tuviera que elegir me quedaba con
las primeras cien páginas, en las que Joe Hill desgrana los endebles cimientos
de una sociedad en una pareja fiel reflejo de muchas hoy en día: brillante en
la superficie y podrida en su base.
El problema viene cuando
empieza el desarrollo. Lejos de querer hacer una novela apocalíptica al uso,
Joe Hill decide tomar el camino del costumbrismo, de la vida en una nueva
sociedad, con sus nuevos líderes escogidos entre personas corrientes, la
búsqueda de suministros y la reorganización de tareas. Muchos personajes, un
gran escenario en forma de campamento de verano y personalidades fuertes con instintos
básicos y miedos muy arraigados. Esto en teoría debería alumbrar una novela
genial, bueno al menos, pero ni mucho menos. Y de fondo, la figura del Bombero,
que solo funciona mientras conserva su misterio pero que se va diluyendo
conforme avanza la novela. Él es el vértice que sostiene toda la sociedad en la
que se ve inmersa Harper y como tal, se mantiene en pie solo al principio. Los
giros son previsibles, los personajes se convierten en una maraña de nombres y
apellidos caóticos indistinguibles en su mayoría y solo las apariciones del
pequeño Nick, con su sordera como aliciente, consiguen borrar el tedio.
Las imágenes
costumbristas se suceden y la novela se transforma en algo que me recuerda
mucho a la segunda temporada de The Walking Dead, cada vez que se da un paso
hacia adelante, acabamos retrocediendo varios hacia atrás. Sobre el final, poca
cosa que decir salvo que las dos sorpresas pierden efecto por lo largo de la
espera, lo que las vuelve previsibles al extremo, tanto es así que la escena
final se puede entrever desde el inicio del último tercio.
Como siempre, no quiero terminar sin hacer referencia a la edición. Nocturna ediciones, en su nuevo sello Noches Negras, ha cuidado al extremo la edición. Además de mantener la portada original, la decisión de cambiar el título, muy acertada, y colocar una tapa dura y papel decente suman muchos puntos a la obra. Respecto a la corrección, es más que digna y recuerdo muy pocas erratas, algo que hay que agredecer. La traducción a cargo de Pilar Ramírez Tello es de esas que deberían estar en todos los libros, esencialmente porque no se nota.
Por desgracia el contenido traiciona al continente y desde mi punto de vista estamos ante
una novela con un gran planteamiento y un inicio increíble que se diluye presa
de la excesiva longitud de su trama. Es una lástima porque Joe Hill acierta en
todas las decisiones salvo en una y eso penaliza la obra hasta el punto de
volverla poco recomendable.
- El arranque demoledor
- La escama de dragón
- Harper
LO PEOR:
- Ritmo lento
- Secundarios desdibujados
- Final previsible